¿Cuánto dura el celo de una perra? Todo lo que necesitás saber… y un poco más
Si tenés una perra en casa o estás pensando en adoptar una, probablemente ya escuchaste hablar del famoso “celo”. Puede parecer un misterio rodeado de mitos y confusión, pero no te preocupes: acá te contamos todo lo esencial (y algunos datos curiosos) sobre cuánto dura el celo de una perra y qué pasa durante este proceso.
¿Cuánto dura el celo de una perra? Spoiler: más de lo que imaginás
El celo de una perra dura, en promedio, entre 2 y 4 semanas. Sí, podemos estar hablando de casi un mes completo. Pero ojo, no es un período igual todo el tiempo: cada fase tiene sus propias particularidades, y no todas son tan visibles como imaginamos.
El ciclo completo tiene cuatro etapas: proestro, estro, diestro y anestro. Pero cuando hablamos del “celo” en la vida cotidiana, generalmente nos referimos a las dos primeras. Acá va el desglose:
- Proestro (7 a 10 días): Es la “previa”. La vulva se hincha y empieza el sangrado vaginal. Aunque los machos ya se sienten atraídos, la perra no está lista para aparearse.
- Estro (5 a 10 días): El momento clave. La perra acepta al macho, y puede quedar preñada si se produce el apareamiento. El sangrado disminuye o cambia de color a un tono más claro.
En total, estas dos etapas suman entre 12 y 20 días. Pero, como todo en biología, hay perras que se salen del molde. Algunas pueden tener un celo de apenas 9 días, y otras extenderlo a casi un mes.
¿Cada cuánto tiempo entran en celo? Pista: no es una vez cada tanto
A diferencia de las mujeres, que tienen ciclos mensuales, las perras tienen celos aproximadamente cada 6 meses. Aunque esto también puede variar según la raza, el tamaño y la edad del animal.
Por ejemplo:
- Razas pequeñas: suelen entrar en celo 2 veces por año, o incluso más.
- Razas grandes: normalmente una vez al año, o cada 8-9 meses.
- Perras de edad avanzada: los ciclos pueden ser más irregulares o incluso desaparecer.
Una gran diferencia con otras especies es que las perras no ovulan si no están en celo. Es decir: sólo pueden quedar preñadas durante un período muy limitado, lo que hace que detectar el momento justo sea clave (sobre todo si querés evitar cachorros sorpresa en casa).
¿Cómo saber si tu perra está en celo?
Bueno, si alguna vez estuviste cerca de una perra durante su celo, probablemente lo recordás. El comportamiento suele cambiar, a veces bastante.
Señales físicas
- Inflamación visible de la vulva
- Sangrado vaginal (puede variar en cantidad y color)
- Lamerse más de lo habitual en la zona genital
Comportamiento
- Mayor inquietud o ansiedad
- Posturas “de invitación” hacia los machos (cola levantada, espalda arqueada)
- Intentos de escapar o salir de casa buscando machos
- Posible agresividad si intentás separarla de un macho insistente
También puede pasar que esté más cariñosa de lo normal… o exactamente lo contrario. Cada perra tiene su estilo.
¿Qué hacer (y qué no hacer) cuando tu perra está en celo?
Durante el celo, vas a notar que los paseos por la plaza se vuelven TODO un evento. Machos olfateando, intentos de montas inesperadas, y alguna que otra escena incómoda si no estás atento.
Algunos consejos prácticos que pueden ayudarte:
- Evitá paseos sin correa: Aunque obedezca perfecto, el instinto puede volverse más fuerte que la mejor educación.
- No la dejes sola en el patio: Pueden aparecer pretendientes no deseados, y algunos machos son expertos en escapar o entrar a propiedades ajenas.
- Protegé tus espacios: Si no querés manchas, hay protectores o pañales caninos especiales para esta etapa.
Importante: si bien el celo en sí mismo no es una enfermedad, puede predisponer a ciertos riesgos, como infecciones uterinas (piometra) si no está esterilizada. Por eso muchos veterinarios recomiendan la esterilización no solo para evitar camadas no deseadas, sino también para cuidar la salud a largo plazo.
¿Es mejor esterilizar? ¿Y en qué momento?
Gran pregunta. La mayoría de los expertos coinciden en que es mejor hacerlo antes del segundo celo. ¿Por qué? Porque la esterilización temprana reduce notablemente el riesgo de tumores mamarios y elimina por completo el riesgo de piometra.
Además, te evitás lidiar con los cambios hormonales, sangrado, visitas no deseadas de otros perros y el estrés que muchas perras atraviesan durante esos días.
Eso sí: no es una decisión que se tome a la ligera. La esterilización es una cirugía, y como toda intervención, tiene sus cuidados postoperatorios y consideraciones. Pero en general, los beneficios superan ampliamente los riesgos.
Hablarlo con tu veterinario de confianza es clave para tomar la mejor decisión para vos y tu perra.
Entonces… ¿es tan grave el celo?
No, no es grave… pero tampoco es un “detalle” menor. Es natural, frecuente y forma parte de la vida biológica de las perras. Pero cambia rutinas, comportamientos y puede traerte complicaciones si no estás informado o preparado.
Como todo en la vida con mascotas, el conocimiento y la prevención hacen la diferencia. Saber cuánto dura el celo de una perra, cómo reconocerlo y qué hacer al respecto te ayuda a transitarlo mejor, tanto para vos como para ella.
Después de todo, nuestras mascotas dependen de nosotros para que su vida sea saludable y tranquila, incluso en sus momentos más hormonales.