¿Huracán, tifón o ciclón? La respuesta te va a volar la cabeza (literalmente)
Puede que alguna vez estés viendo las noticias y digan “tifón”, pero al día siguiente, un canal dice “huracán”, y en otra parte del mundo le llaman “ciclón tropical”. ¿Estamos hablando del mismo fenómeno? ¿Son diferentes? ¿Uno es más fuerte que otro? La respuesta es simple, pero como todo en la vida, tiene sus matices. Y si alguna vez te preguntaste cuál es la diferencia entre un huracán, un tifón y un ciclón, hoy te lo explicamos todo de forma clara y entretenida.
La gran verdad: son lo mismo… pero no del todo
Vamos directo al punto: huracán, tifón y ciclón son el mismo tipo de fenómeno meteorológico. Sí, leíste bien. Los tres términos se refieren a una tormenta tropical de gran intensidad, con vientos organizados en forma de espiral, que puede causar lluvias torrenciales, tormentas eléctricas, inundaciones y destrucción importante.
¿Entonces por qué tienen nombres distintos? La diferencia está en la región geográfica donde ocurren. Básicamente, el fenómeno se llama de forma diferente según el lugar del mundo donde se forme:
- Huracán: si ocurre en el Océano Atlántico Norte, el Mar Caribe o el noreste del Pacífico (cerca de América).
- Tifón: si sucede en el noroeste del Océano Pacífico (afecta zonas como Japón, Filipinas, Taiwán o el sudeste de China).
- Ciclón: si se produce en el Océano Índico o el Pacífico Sur (incluyendo zonas como la India, Sri Lanka, Australia o Madagascar).
Así que no, no te estás volviendo loco. Lo que cambia es el nombre, no el desastre natural en sí.
Entonces… ¿hay alguna diferencia en su fuerza?
Una duda común es si un tifón es más fuerte que un huracán, o si un ciclón tropical tiene menos impacto. Técnicamente, todos pueden ser igual de intensos. Pero hay una pequeña vuelta de tuerca.
La escala puede confundir un poco
En América, por ejemplo, se utiliza la escala Saffir-Simpson para clasificar los huracanes de categoría 1 a 5. Esta escala se basa en la velocidad sostenida de los vientos:
- Categoría 1: vientos de 119 a 153 km/h.
- Categoría 5: vientos superiores a 252 km/h.
En Asia, con los tifones, se usan otras mediciones o escalas propias en cada país. Por ejemplo, en Japón usan una clasificación más técnica que combina presión atmosférica y velocidad de viento. En India o Australia también tienen sus propias escalas.
Eso puede dar la impresión de que hay tormentas más fuertes en ciertos lugares, pero en realidad, un tifón categoría 5 puede ser tan destructivo como un huracán categoría 5. Es solo una cuestión de cómo se mide y en qué parte del mundo ocurre.
Algunos datos curiosos para dejar boquiabierto a tu grupo de WhatsApp
- El tifón más poderoso registrado: El tifón Haiyan (2013) golpeó Filipinas con vientos sostenidos de casi 315 km/h, arrasando ciudades enteras.
- El huracán más costoso: Katrina (2005, EE.UU.) causó daños por más de 125 mil millones de dólares y dejó miles de desplazados.
- El ciclón más mortífero conocido: El ciclón Bhola (1970), que golpeó a lo que hoy es Bangladesh, dejó un estimado de 300.000 a 500.000 muertos.
- ¿Sabías que también hay ciclones en Marte? Aunque muy diferentes, la NASA ha observado tormentas parecidas a ciclones en la atmósfera marciana. Sí, el apocalipsis climático no es exclusivo de la Tierra.
Y por si te lo estás preguntando: hay temporadas establecidas para estos fenómenos. Por ejemplo, en el Atlántico norte, la temporada de huracanes va de junio a noviembre. En cambio, en el Pacífico occidental, donde hay tifones, pueden ocurrir todo el año, aunque se intensifican entre mayo y octubre.
¿Y cómo se les pone nombre a estos monstruos?
Sí, los nombres no son al azar. Hay listas predefinidas por organizaciones meteorológicas que se renuevan cada seis años. Cuando un huracán, tifón o ciclón es especialmente destructivo, su nombre se retira por respeto (por eso nunca verás de nuevo un “Katrina”).
Las listas incluyen nombres masculinos y femeninos, y se usan rotativamente. Así que es bastante probable que algún futuro ciclón tropical se llame como tu ex.
Dato divertido: en sus inicios, solo se usaban nombres de mujeres. Esto cambió en los años 70, cuando las críticas por sexismo llevaron a equilibrar la balanza.
Y no, no se pueden proponer nombres personalizados. Lamentamos decepcionarte si pensabas bautizar un tifón como “El Destructor Emilio”.
Después de leer esto, cada vez que escuches las palabras “huracán”, “tifón” o “ciclón”, vas a poder explicar con tranquilidad que todos son lo mismo, pero con pasaporte distinto. No hay magia, ni misterio: solo una misma tormenta tropical con distintos nombres según el lugar del mundo donde se forme.
Y si alguna vez estás frente a uno, da igual cómo se llame… lo importante es estar preparado. Porque más allá del nombre, lo que viene es una fuerza de la naturaleza con todas las letras.