¿Mejoró la vida en Cuba tras la Revolución? Un análisis realista

La Revolución Cubana transformó la isla: educación y salud mejoraron, pero surgieron nuevas limitaciones económicas y de libertades. ¿A qué costo?

¿La Revolución Cubana mejoró la vida de los cubanos? La respuesta no es tan simple…

Cuando se habla de Cuba, la imagen que aparece en la mente de muchos es una mezcla de Che Guevara, autos antiguos y tabacos famosos. Y sí, la Revolución Cubana de 1959 cambió radicalmente el panorama del país. Pero más de seis décadas después, la pregunta sigue en el aire: ¿realmente mejoró la vida de los cubanos?

La historia oficial cuenta una cosa, pero la vida cotidiana cuenta otra. Vamos a escarbar un poco más allá de los titulares y los discursos para ver cómo fue (y es) vivir en Cuba antes y después de la revolución.

Lo que sí mejoró: educación y salud gratuitas

Uno de los logros más promocionados —y también uno de los más reales— es el acceso universal y gratuito a la educación y la salud pública. Antes de 1959, había un acceso limitado, sobre todo en las zonas rurales. Muchos niños ni siquiera terminaban la escuela primaria.

Educación: de analfabetismo a alfabetización total

En la década del 60, el gobierno revolucionario lanzó una campaña nacional de alfabetización que movilizó a miles de jóvenes para enseñar a leer y escribir en todos los rincones del país.

  • En 1959, el analfabetismo rondaba el 23%.
  • En 1961, después de la campaña masiva, bajó al 4%.
  • Hoy, Cuba tiene una de las tasas de alfabetización más altas de América Latina (superior al 99%).

Además, la educación se convirtió en un camino al ascenso social real. Cuba desarrolló universidades, centros de investigación y un sistema que garantizaba formación gratuita incluso en estudios superiores.

Salud pública: medicina sin ticket ni receta privada

La medicina cubana también dio un salto. Se construyeron hospitales y policlínicos por todo el país, incluso en pueblos muy pequeños. El modelo preventivo —en el que el médico visita a las familias regularmente— es uno de los más interesantes del mundo.

¿Resultados?

  • Esperanza de vida actual: 78 años, similar a la de países desarrollados.
  • Mortalidad infantil: 4 por cada 1.000 nacimientos, una de las más bajas de América.
  • Producción propia de vacunas y exportación de médicos a misiones internacionales.

Sin embargo, la otra cara de la moneda es que muchas instalaciones están en mal estado y los insumos básicos escasean. Tener salud gratuita está buenísimo, pero no poder encontrar una jeringa o un antibiótico también importa.

Pero también empeoró (bastante): economía, derechos y libertad

No todo fue color de rosa. Aunque la revolución prometía justicia social e igualdad, en la práctica hubo severas limitaciones que afectaron directamente la calidad de vida.

Una economía trabada (y muy dependiente)

Durante décadas, Cuba dependió de la ayuda de la Unión Soviética. Cuando esta colapsó en los años 90, la economía cubana entró en lo que muchos recuerdan como el “Período Especial”.

  • Apagones de más de 8 horas diarias
  • Escasez extrema de alimentos, ropa y transporte
  • Implantación del dólar como moneda paralela

Aunque desde entonces hubo cierto alivio, la economía nunca terminó de recuperarse. Hoy muchos cubanos sobreviven gracias a las remesas que envían familiares desde el exterior o al mercado negro. Y el acceso a productos básicos sigue siendo un problema crónico.

Libertades políticas y civiles: una asignatura pendiente

Otro tema espinoso: la libertad de expresión. Desde 1959, el gobierno ha mantenido un control casi total sobre los medios de comunicación y ha reprimido sistemáticamente a la disidencia política.

¿Qué significa esto en la vida real?

  • No hay elecciones pluripartidistas
  • No se pueden formar sindicatos independientes
  • Periodistas y activistas son vigilados o detenidos con frecuencia

Esto crea una sensación muy real de falta de control sobre la propia vida. Muchos cubanos sienten que no pueden tomar decisiones fundamentales sin autorización del gobierno, desde viajar hasta crear una empresa.

¿Y hoy, cómo están las cosas?

En los últimos años, la situación se volvió aún más compleja. El internet llegó oficialmente a los celulares en 2018, y eso abrió una ventana al mundo —pero también a la frustración. Los jóvenes ven cómo se vive afuera y se preguntan por qué las cosas son tan distintas en casa.

Además, la reciente crisis económica ha generado protestas que no se veían desde hacía décadas. Aunque el gobierno aflojó algunas restricciones (como permitir negocios privados y reformas migratorias), la vida cotidiana sigue siendo muy difícil.

El éxodo de cubanos creció enormemente: más de 200.000 abandonaron la isla en 2022 solo hacia EE.UU. La gente no se va por gusto, sino por necesidad.

Entonces, ¿mejoró la vida de los cubanos con la revolución? Depende a quién le preguntes. Para algunos, fue la primera vez que tuvieron derechos básicos. Para otros, fue el comienzo de una larga lista de restricciones y escasez.

Lo que es claro es que la revolución cambió las reglas del juego, para bien y para mal. Y hoy, muchos cubanos siguen esperando una segunda revolución: una que llegue al plato, al bolsillo y a la libertad de decidir su propio destino.