¿Solo usamos el 10% del cerebro? La verdad tras el mito

La ciencia desmiente el mito de que usamos solo el 10% del cerebro y explica cómo realmente funciona esta increíble máquina que tenemos en la cabeza.

¿De verdad usamos solo el 10% del cerebro? El mito que Hollywood no quiere soltar

Seguro alguna vez lo escuchaste: “Solo usamos el 10% de nuestro cerebro”. Suena a secreto científico oculto sacado de una película de superpoderes. De hecho, lo es. O mejor dicho, lo fue. Este mito lleva décadas dando vueltas y hasta hoy sigue apareciendo en frases motivacionales, posts inspiradores y hasta en charlas casuales.

Pero, ¿qué tan cierto es eso de que solo activamos una décima parte de nuestra mente? Spoiler: es completamente falso. Acá te contamos por qué esta idea es tan popular, cómo surgió y lo que la ciencia realmente sabe sobre el cerebro humano.

¿De dónde salió eso de que usamos solo el 10% del cerebro?

La versión más repetida dice que esta frase se le atribuye al psicólogo William James, uno de los pioneros de la psicología moderna. Supuestamente dijo algo como: “La mayoría de nosotros no aprovechamos todo nuestro potencial mental”. Pero de ahí a decir que usamos solo el 10%, hay un salto olímpico.

En realidad, nunca dio un número específico. La idea del “10%” empezó a circular con fuerza a principios del siglo XX, probablemente reforzada por campañas publicitarias que querían vender cursos de memoria y desarrollo mental. ¡Genios del marketing!

Después vinieron las películas. Pelis como Lucy (con Scarlett Johansson) o Límite sin límites (con Bradley Cooper) popularizaron la idea de que, si accediéramos al 100% del cerebro, podríamos mover cosas con la mente o volvernos genios nivel Albert Einstein x10. La ciencia, en cambio, tiene otra opinión.

¿Qué dice la neurociencia? Spoiler: usamos MUCHO más del 10%

Gracias a las tecnologías modernas como la resonancia magnética funcional (fMRI), los científicos pueden observar en tiempo real qué partes del cerebro están activas cuando hacemos distintas cosas. Y la respuesta corta es: usamos casi todo el cerebro a lo largo del día. No todo al mismo tiempo, claro, pero tampoco tenemos un 90% en modo “ahorro de energía”.

¿Cuándo usamos más partes del cerebro?

  • Al hablar: se activan zonas como el área de Broca y Wernicke, encargadas del lenguaje y la comprensión.
  • Al movernos: entra en acción la corteza motora.
  • Al sentir emociones: intervienen regiones como la amígdala y el sistema límbico.
  • Al planear: el lóbulo frontal se lleva el protagonismo.

Incluso cuando dormimos, nuestro cerebro sigue activo. De hecho, durante el sueño REM se disparan procesos mentales relacionados con la emoción, la memoria y la creatividad. No hay “zonas muertas” esperando ser encendidas como si fuera una app que nunca abrimos.

¿Por qué nos atrae tanto este mito?

Podría ser porque nos gusta la idea de que tenemos un “superpoder sin activar”. Pensalo: si realmente solo usamos el 10%, entonces podríamos ser mucho más inteligentes, rápidos, creativos… si tan solo desbloqueamos ese 90% restante.

Hay algo de esperanza y fantasía en esa creencia. Como decir “uso poco mi cerebro, pero no porque no pueda, sino porque está limitado… por ahora”. Es un toque tranquilizador y aspiracional al mismo tiempo. Y bueno, las frases motivacionales venden. Y mucho.

También se combina con la cultura del “potencial oculto”

Este mito se mete fácil en discursos tipo: “Estás usando solo una parte de tu capacidad. Imaginá todo lo que podrías lograr si liberás tu mente”. ¿Te suena? Es perfecto para libros de autoayuda, charlas inspiradoras y hasta anuncios de cursos de lectura veloz o pensamiento lateral. Pero no, no estás limitado por tu cerebro… probablemente estás limitado solo por el tiempo, el estrés y el Wi-Fi.

Entonces, ¿usamos el 100% del cerebro?

Técnicamente, no usamos el 100% todo el tiempo, ¡porque no lo necesitamos! El cerebro trabaja por áreas especializadas, y solo activa lo necesario según la tarea. Usar todo de golpe sería como encender todas las luces de tu casa solo para leer un libro en el living: poco útil y muy gastador de energía.

De hecho, el cerebro representa solo el 2% del peso corporal, pero consume un 20% de la energía que usamos cada día. ¡Y eso que, supuestamente, “apenas lo usamos”! Si realmente tuviéramos 90% de capacidad sin usar, andaríamos colapsando con cada pensamiento.

Además, los estudios del cerebro tras lesiones o enfermedades muestran que prácticamente todas las regiones tienen alguna función. No hay grandes zonas inutilizadas esperando que las descubramos. Cualquier daño cerebral puede tener efectos reales en el habla, el movimiento, el comportamiento e incluso la personalidad. No hay partes sobrantes ni “de reserva”.

Así que no, activar más porcentaje de tu cerebro no te va a dar poderes psíquicos. Pero eso no significa que no puedas mejorar habilidades: aprender un idioma nuevo, practicar meditación, tocar un instrumento… todo eso fortalece conexiones neuronales reales. No desbloquea cerebro oculto: mejora el que ya está laburando full-time por vos.

En definitiva, el mito del 10% es más una idea romántica que un dato científico. Está bueno soñar con cerebros mágicos, pero la realidad es que nuestra mente ya hace un trabajo increíble. Capaz no necesitamos más porcentaje, sino más descanso, menos multitarea y un poco más de confianza en que ya tenemos una máquina espectacular funcionando dentro de la cabeza.