¿Se puede morir de la risa? Casos reales y lo que dice la ciencia

La risa es saludable, pero en rarísimos casos puede ser peligrosa. Te contamos historias reales y la explicación científica detrás del mito.

¿Es posible morir de la risa? La sorprendente verdad detrás de esta pregunta

Te estás riendo tanto que te duele el estómago, te falta el aire, lagrimeás como si estuvieras viendo una peli triste… y en un momento te preguntás: ¿y si me muero de la risa?

Parece una frase hecha, una exageración humorística. Pero lo cierto es que hay casos documentados de personas que literalmente han muerto de la risa. Entonces… ¿es de verdad posible?

Lo que pasa en tu cuerpo cuando te reís a carcajadas

Reírse no es solo emitir un sonido gracioso. Es una reacción física y emocional compleja. Cuando te reís de verdad, el cuerpo entra en una especie de “modo fiesta”:

  • Se liberan endorfinas, las famosas hormonas de la felicidad.
  • Aumenta la frecuencia cardíaca y respiratoria.
  • El diafragma trabaja como si estuvieras haciendo abdominales.
  • Se reduce temporalmente el flujo de oxígeno si la risa es muy intensa.

Todo esto está buenísimo… salvo cuando se descontrola. El cuerpo puede llegar a un punto en el que, literalmente, no puede seguir el ritmo de una carcajada desatada.

Casos reales (y extraños) de personas que murieron de la risa

Parece leyenda urbana, pero hay registros médicos y periodísticos de personas que murieron riéndose. Algunos casos son tan insólitos que parecen escritos por los guionistas de una comedia negra.

Alex Mitchell y el sketch que fue demasiado

Uno de los casos más citados ocurrió en 1975. Alex Mitchell, un albañil británico de 50 años, estaba viendo una comedia llamada “The Goodies”. En un sketch particularmente absurdo, comenzó a reírse sin poder parar. Según su esposa, la risa duró unos 25 minutos… hasta que colapsó.

La causa oficial fue un paro cardíaco. Años después, su nieta fue diagnosticada con un tipo raro de síndrome genético que puede afectar el ritmo cardíaco. Se cree que Alex pudo haber tenido lo mismo, y que la risa intensa fue el detonante final.

El imitador que no aguantó su chiste

En 1989, un danés llamado Ole Bentzen estaba viendo la película “Un pez llamado Wanda”. Hay una escena en la que uno de los personajes mete papas fritas en la nariz de otro. Bentzen, actor aficionado, empezó a reírse con tanta intensidad que sufrió un infarto fatal. Los médicos estimaron que su corazón llegó a latir ¡más de 250 veces por minuto!

Entonces… ¿es científicamente posible morir de la risa?

Sí, es posible, pero es extremadamente raro. La risa por sí sola no suele ser mortal, pero puede ser el desencadenante de otros problemas que ya estaban ahí, sin diagnósticos visibles.

¿Qué puede provocar una risa mortal?

  • Arritmias cardíacas: personas con predisposición pueden sufrir un paro si el ritmo cardíaco se dispara demasiado.
  • Asfixia: la risa sostenida puede limitar la entrada de oxígeno y causar desmayos. Si una persona se cae mal o se golpea la cabeza, hay riesgo real.
  • Cataplejía: en algunos casos extremos, una risa súbita puede generar una pérdida total del tono muscular, lo que también puede tener consecuencias graves si ocurre en una situación peligrosa (como manejando, por ejemplo).

Lo importante: estos casos son excepcionales. La risa, para la mayoría de las personas, es más salud que peligro. De hecho, hay terapias basadas en la risa para reducir el estrés, mejorar la respiración y hasta fortalecer el sistema inmunológico.

¿Podrías ser vos una víctima de una risa mortal?

La probabilidad es bajísima. Aun así, algunos especialistas recomiendan prestar atención si:

  • Sentís palpitaciones inusuales cuando te reís fuerte.
  • Te cuesta respirar o te “desconectás” en medio de un ataque de risa.
  • Tenés antecedentes cardíacos familiares o condición respiratoria crónica.

No se trata de dejar de reír, sino de tener en cuenta que, como toda emoción intensa, también tiene su lado físico. Y ese lado físico, como cualquier esfuerzo en el cuerpo, requiere cierto equilibrio.

Así que… ¿deberíamos temerle a la risa?

En absoluto. Reírse sigue siendo una de las mejores cosas que podemos hacer. Nos conecta con otros, nos baja el estrés y nos da mini entrenamientos cardiovasculares sin tener que ir al gimnasio.

Pero sí, parece que morir de la risa no es solo una frase hecha. Es raro, es extraño y casi de película, pero puede suceder. Eso sí: probablemente haya formas menos felices de dejar este mundo.

La próxima vez que te rías hasta que te duela la panza, acordate de Alex Mitchell o de ese desafortunado fan de “Un pez llamado Wanda”. Y si notás que te falta mucho el aire… quizá sea momento de hacer una pausa, tomar agua, y seguir riéndote pero con moderación. Porque, vamos, nadie quiere convertirse en anécdota de Wikipedia.