¿Por qué los perros giran antes de acostarse? Lo que este curioso ritual dice sobre ellos (¡y sobre sus ancestros!)
Si vivís con un perro, seguro lo viste hacerlo más de una vez: da un par de vueltas sobre sí mismo, parece buscar “el lugar justo” y, recién ahí, se echa. Y tal vez lo hace cada vez que se va a acostar, como un ritual obligatorio. ¿Está siendo caprichoso? ¿Es un tic? ¿Simple extravagancia canina? Nada de eso: tiene un motivo, y no es solo uno.
Exploramos en profundidad este comportamiento que parece gracioso o innecesario, pero que en realidad está cargado de lógica (aunque sea lógica perruna).
Una herencia que viene del lobo (literalmente)
Los perros domésticos tienen más en común con los lobos de lo que pensamos. De hecho, comparten el 99,9 % del ADN. Y este comportamiento de girar antes de acostarse se remonta a sus ancestros salvajes.
En la naturaleza, los lobos no tenían una camita mullida ni una alfombra del living. Dormían al aire libre, en el pasto, la tierra o la nieve. Entonces, dar vueltas servía para:
- Aplastar el pasto y hacerlo más cómodo
- Formar una especie de “nido” que conserve el calor corporal
- Comprobar que no haya insectos o animales peligrosos escondidos
Esas vueltas eran una forma de “preparar” el lugar para dormir. Aunque tu perro duerma rodeado de mantas suaves y peluches, su instinto todavía le dice que repita ese ritual.
Ejemplo curioso: el perro en la cama de su humano
Incluso en un entorno cómodo, como una cama humana, muchos perros siguen girando antes de echarse. No tiene sentido práctico, pero sí tiene sentido evolutivo. Es como si su ADN le dijera: “asegurate de que este lugar es seguro”.
Una cuestión de seguridad: la cama como zona de vigilancia
Otra teoría bastante aceptada entre etólogos (especialistas en comportamiento animal) es que los perros giran para posicionarse correctamente con respecto al entorno.
Pensalo así: en la naturaleza, dormir es un momento vulnerable. Mientras descansan, los animales pueden ser atacados por otros depredadores. Por eso, es importante elegir la posición correcta. Los giros ayudan a:
- Orientarse hacia la entrada de la guarida o hacia donde podrían aparecer amenazas
- Tener una vista clara del entorno antes de acostarse
- Ubicarse estratégicamente para salir corriendo si algo pasa
Incluso hoy, los perros tienden a dormir mirando hacia la puerta o al pasillo. No es coincidencia: están menos relajados de lo que parecen. Siempre atentos. Siempre perros.
Entonces, ¿están eligiendo el mejor ángulo?
Exactamente. Y en muchos casos, también están marcando territorio.
Marcar, controlar, repetir: el ritual tiene más capas
Además del instinto de “acomodar el terreno”, hay otros motivos que refuerzan este comportamiento. Uno de ellos es el olor.
Los perros tienen glándulas odoríferas en sus patas, y al dar vueltas, frotan el área donde se van a acostar con su olor. De este modo:
- Reafirman ese espacio como propio
- Dejan un rastro químico que puede disuadir a otros animales
- Crean un “espacio seguro” que huele a ellos
Esto también explica por qué algunos perros prefieren dormir siempre en el mismo lugar y no aceptan que otro perro lo use, incluso si hay abundancia de camas vecinas.
¿Los gatos hacen lo mismo?
No exactamente, pero también tienen rituales de anidado previos a dormir. Aunque los gatos suelen amasar con las patas, lo cual también deja marcas y olor. Distinto método, mismo objetivo: “este espacio es mío”.
¿Deberías preocuparte si tu perro gira demasiado?
En general, no. Es un comportamiento completamente normal y forma parte de sus hábitos naturales. Pero hay algunas excepciones:
- Si gira obsesivamente sin acostarse
- Si se ve ansioso o molesto al hacerlo
- Si da vueltas solo en ciertos lugares o momentos de forma compulsiva
En esos casos, puede estar manifestando estrés, incomodidad física (como artritis o dolor en las patas) o incluso un trastorno obsesivo. Siempre que este comportamiento se vea fuera de contexto o excesivo, vale la pena consultarlo con el veterinario.
Un consejo simple
Observá si tu perro repite este hábito más en ciertas superficies. Tal vez su cama no es tan cómoda como pensábamos, o le molesta el calor, o la textura. Mejorar su espacio puede reducir la necesidad de prepararlo tanto.
Girar antes de dormir es una costumbre antigua, casi un saludo a sus ancestros salvajes. En medio de nuestras casas modernas, con mantas de franela y pisos flotantes, los perros todavía nos recuerdan que alguna vez durmieron bajo las estrellas, atentos a cada sonido del bosque.
Así que la próxima vez que veas a tu perro girando dos o tres veces antes de dejar caer su cuerpo en cámara lenta, no lo apures. Está recordando, en su código genético más profundo, todo lo que fue. Y todo lo que sigue siendo.