¿El jugo de naranja pierde vitamina C a los minutos de exprimirlo? La verdad detrás del mito que escuchaste toda tu vida
¿Alguna vez escuchaste que hay que tomar el jugo de naranja apenas se exprime porque si no “se le va la vitamina C”? Seguro que sí. Es una de esas frases que repiten las abuelas, los padres y hasta algunos nutricionistas. Pero, ¿qué tan cierta es?
Hoy le metemos lupa científica a este mito popular y vemos qué pasa realmente con la vitamina C cuando exprimís una naranja y la dejás un rato en la mesada de la cocina. ¿Es tan frágil como dicen o se banca unos buenos minutos?
¿Qué tan sensible es la vitamina C al aire y la luz?
La vitamina C, también conocida como ácido ascórbico, es una vitamina hidrosoluble, lo que significa que se disuelve en agua. Es famosa por su participación en el sistema inmune, la absorción del hierro y la formación del colágeno. Pero también es conocida por ser una de las vitaminas más inestables.
Es cierto: la vitamina C es sensible al oxígeno, la luz y el calor. Pero eso no significa que desaparezca en segundos como si fuera Cenicienta después de la medianoche.
Varios estudios analizaron cuánto tarda realmente en degradarse. Uno muy citado, publicado en el Journal of Food Science, encontró que el jugo de naranja recién exprimido guardado en la heladera pierde entre un 2% y un 10% de su vitamina C en las primeras 24 horas. O sea: en un día completo, apenas bajó un poco.
Eso sí, si lo dejás fuera de la heladera, expuesto al sol o le metés calor (por ejemplo, si lo “calentás” para hacerlo más tibio), ahí sí todo cambia. La vitamina C comienza a oxidarse con más rapidez.
¿Qué pasa en los primeros minutos después de exprimir la naranja?
Aquí es donde el mito choca con los hechos. Mucha gente dice que “a los 5 o 10 minutos ya no tiene nada de vitamina C”. ¿Verdad o exageración? Rotundamente, exageración.
El jugo NO se vuelve inútil en cuestión de minutos
Un estudio realizado por el USDA (Departamento de Agricultura de EE.UU.) indicó que el jugo de naranja pierde solo entre un 1% y 3% de su contenido de vitamina C en los primeros 15 minutos después de ser exprimido, si se encuentra a temperatura ambiente.
Es más: hasta una hora después, la pérdida no supera el 5%, salvo que esté expuesto directamente al sol o al calor. Eso es como decir que el jugo sigue siendo una súper fuente de vitamina C incluso si te lo vas tomando tranquilo mientras ves tu serie favorita o terminás de desayunar con calma.
¿Y si lo dejo para más tarde?
Si lo pensás guardar para después, lo ideal es meterlo en la heladera y bien tapado (para minimizar el contacto con el aire). Así puede conservar más del 80% de su vitamina C intacta incluso después de un día entero. Después de 2 o 3 días, sí empieza a perder de forma más acelerada, pero aún así sigue aportando nutrientes.
¿Y qué hay de los jugos industriales?
Nadie lo admite en voz alta, pero muchos usan jugos envasados como “atajo” cuando no hay tiempo de exprimir. ¿Vale la pena compararlos? ¿Tienen vitamina C o son puro sabor artificial?
La letra chica del envase no miente
La mayoría de los jugos industriales están pasteurizados, es decir, se les aplica calor para eliminar bacterias y extender su vida útil. Este proceso puede reducir el contenido de vitamina C original, pero muchos fabricantes la añaden artificialmente después. Por eso, algunos jugos de cartón tienen incluso más vitamina C que una naranja. Claro, también tienen conservantes y, a veces, azúcar agregada.
Por ejemplo: un vaso de 250 ml de jugo exprimido presenta entre 60 y 90 mg de vitamina C. Un jugo industrial puede tener entre 100 y 120 mg (por la adición artificial). Pero eso no quiere decir que sea mejor: la biodisponibilidad de la vitamina natural sigue siendo más alta, y el resto de los nutrientes del jugo fresco no siempre están presentes en el industrial.
¿Entonces vale la pena exprimir la naranja y tomarla al instante?
La respuesta es: sí, pero no porque la vitamina C se evapore en diez minutos como se cree. Simplemente, el jugo fresco tiene mejor sabor, mayor cantidad de nutrientes en proporciones naturales y cero aditivos. Pero si te llevás el jugo en una botellita al trabajo o preferís tomarlo en una hora, no estás tirando la vitamina C al tacho.
Eso sí, tratá de evitar dejarlo al sol, sin tapar o en ambientes muy calientes. Porque en esas condiciones sí va perdiendo efectividad poco a poco. Y si sos de guardarlo más de un día, mejor preparalo fresco cuando puedas. Como casi todo en alimentación, el equilibrio y el sentido común hacen más que cualquier mito o receta mágica.
Así que la próxima vez que escuches que “ya no sirve si pasa más de 10 minutos”, ya tenés nuevos datos para relajarte, disfrutar tu jugo sin apuro… y de paso tirar un dato curioso en el desayuno. Porque sí: hasta la ciencia dice que podés seguir disfrutando tu jugo aunque se te haya enfriado el café.